La fotografía básica en eventos es más común de lo que parece y, muchas veces, se descubre cuando ya no hay forma de corregirlo. Justamente por eso es clave saber identificar señales tempranas antes de contratar. En este artículo resumo los errores más habituales y, si querés profundizar, podés leer el análisis completo que publiqué en pablopena.com sobre cómo reconocer fotografía básica en eventos y desfiles antes de contratar:
https://pablopena.com/fotografia-basica-en-eventos-y-desfiles-como-reconocerla-antes-de-contratar/
1. Uso incorrecto del flash
Uno de los errores más evidentes es el abuso del flash directo. Fotos con sombras duras, fondos quemados y personas “pegadas” al fondo suelen indicar falta de dominio de la luz ambiente y del contexto del evento.
2. Encuadres repetidos y sin intención
Cuando todas las imágenes están tomadas desde el mismo punto, con sujetos centrados y cortes incómodos, estamos ante un trabajo mecánico. La fotografía profesional busca variedad, ritmo visual y jerarquía, no solo registrar lo que ocurre.
3. Colores y pieles mal resueltas
Pieles anaranjadas, verdes o apagadas, mezclas de luces sin corrección y ausencia de una edición coherente son señales claras de un trabajo básico. En eventos, la corrección de color es tan importante como la toma.
4. Falta de narrativa visual
Una cobertura profesional cuenta una historia: llegada, ambiente, momentos clave, detalles y cierre. La fotografía básica se limita a acumular imágenes sueltas, sin conexión ni criterio narrativo.
5. Portafolios poco consistentes
Si un fotógrafo muestra solo unas pocas fotos “rescatables” por evento y no coberturas completas, es una alerta importante. La consistencia es uno de los principales indicadores de experiencia real.
Por qué conviene detectar estos errores antes
En redes sociales, prensa digital y comunicación institucional, una mala imagen resta más de lo que suma. Un evento bien producido puede verse amateur si la fotografía no acompaña, afectando la percepción de marcas, organizadores y participantes.
Por eso, aprender a reconocer estos errores antes de contratar es una decisión estratégica, no solo estética.