La Historia del Admiral Graf Spee
En las tranquilas aguas del Río de la Plata, una misión de recuperación ha desatado una controversia considerable. El Admiral Graf Spee, un acorazado alemán de la Kriegsmarine durante la Segunda Guerra Mundial, yace sumergido a solo diez metros de profundidad a unas tres millas náuticas de Montevideo. Pero, ¿por qué se ha emprendido esta misión y cómo se llevará a cabo?
Bautizado en honor al vicealmirante Maximilian von Spee, el Graf Spee era una imponente máquina de guerra de 185 metros de largo y 12,000 toneladas, equipada con artillería pesada. Su historia terminó trágicamente el 13 de diciembre de 1939, tras una feroz batalla contra un escuadrón británico en el Atlántico Sur. Incapaz de repararse en el tiempo concedido por Uruguay, el capitán Hans Langsdorff decidió hundir el barco para evitar que cayera en manos enemigas, marcando así la primera derrota de Hitler en la guerra.
La Controversia de la Recuperación
La recuperación del Graf Spee no está exenta de controversias. Algunos ven en este esfuerzo una oportunidad para preservar un pedazo importante de la historia marítima y atraer turismo a Uruguay. Alfredo Etchegaray, un millonario uruguayo, lidera la iniciativa con la visión de crear un museo dedicado al acorazado, argumentando que tiene un valor histórico significativo.
Por otro lado, algunos antiguos tripulantes del Graf Spee y sus familias consideran que el barco debe ser dejado en paz, viéndolo como una tumba submarina que no debe ser perturbada. Kurt Becker, portavoz de los veteranos, expresó su preocupación de que los restos del acorazado sean mercantilizados, lo que consideran una falta de respeto a los que murieron a bordo.
El Proceso de Recuperación
La recuperación del Graf Spee es una tarea técnica y logísticamente desafiante. Thomas Schmid, un experto en animaciones por computadora que ha trabajado en modelos del Titanic y el Bismarck, está al frente de la operación. Utilizando modernas técnicas de modelado 3D y análisis de los planos originales, Schmid y su equipo han mapeado el sitio para guiar a los buzos en sus labores.
El primer intento significativo de recuperación ocurrió en marzo de 1997, cuando buzos uruguayos lograron extraer una de las ocho cañones de 15 centímetros del buque. Aunque oxidada, el arma estaba en sorprendentemente buen estado y ahora se exhibe en el Museo Naval de Montevideo.
Desafíos Actuales
Recientemente, el equipo intentó recuperar un telémetro de diez metros de largo y 27 toneladas, pero el intento fue frustrado por fuertes corrientes que rompieron los cables de amarre. Pese a estos contratiempos, el equipo de Schmid permanece optimista y planea futuros intentos con refuerzos adicionales.
Reflexiones Finales
La recuperación del Graf Spee es un tema delicado que suscita pasiones encontradas. Mientras algunos ven en la operación una manera de honrar y preservar la historia, otros temen que se trate de una explotación comercial de un sitio de descanso final. Sea cual sea el resultado, el Graf Spee seguirá siendo un recordatorio poderoso de los horrores de la guerra y la valentía de aquellos que lucharon en ella.