En un rincón helado del norte de Suecia, el progreso avanza tan implacable como el frío polar. En el pequeño pueblo de Kiruna, se prepara uno de los proyectos más insólitos y controversiales del siglo XXI: trasladar toda la ciudad, piedra por piedra, edificio por edificio… y tumba por tumba.
Una ciudad condenada por el hierro
El subsuelo de Kiruna esconde uno de los yacimientos de hierro más grandes del mundo. La minería ha sido durante décadas la principal fuente de ingresos de la ciudad, pero ahora el riesgo geológico es inminente: el suelo bajo Kiruna se está hundiendo lentamente. La empresa minera estatal LKAB necesita continuar extrayendo mineral, lo que haría inhabitable el centro actual. ¿La solución? Moverlo todo 3 kilómetros al este.
Sí, todo.
Iglesia, escuelas, casas… y el cementerio
La decisión incluye desmontar la emblemática iglesia de Kiruna, construida en 1912, considerada una de las más bellas de Suecia. No solo será trasladada cuidadosamente, sino también el cementerio adyacente. Los muertos también serán exhumados para ser enterrados nuevamente en el nuevo sitio. “Queremos llevar con respeto todo lo que forma parte de la identidad de Kiruna”, aseguran las autoridades.
El traslado es un proceso millonario y complejo. Algunos edificios históricos serán desmontados y reconstruidos pieza a pieza. Otros serán simplemente demolidos.
Veranos sin noche, inviernos sin sol
Kiruna está ubicada en el Círculo Polar Ártico. En verano, el sol nunca se pone. Literalmente. Desde fines de mayo hasta mediados de julio, la ciudad vive bajo la luz del «sol de medianoche». Pero en invierno, es la oscuridad la que se apodera del paisaje: durante semanas, el sol no sale en absoluto.
Este fenómeno atrae a miles de turistas cada año, en busca de auroras boreales, experiencias extremas y uno de los hoteles más extravagantes del planeta.
El hotel de hielo: una noche a -5°C por hasta mil dólares
Una de las mayores atracciones de la región es el Icehotel, un hotel construido completamente de hielo y nieve. Cada año se derrite y se vuelve a levantar. Dormir allí es una experiencia de otro mundo: camas de hielo cubiertas de pieles de reno, esculturas iluminadas, habitaciones artísticas y temperaturas internas constantes de -5°C.
El precio: entre 500 y 1000 dólares la noche, dependiendo del diseño de la habitación. A pesar del costo, hay lista de espera para hospedarse allí en temporada alta.
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Una belleza fría… y un oscuro dato: el suicidio
Suecia es famosa por su organización, calidad de vida y paisajes naturales. Sin embargo, también arrastra una estadística preocupante: su tasa de suicidios ha sido históricamente alta, en parte atribuida a la falta de luz solar en zonas como Kiruna.
Aunque en los últimos años Suecia ha bajado en los rankings mundiales (actualmente en el puesto 33), la ciudad de Kiruna aún sufre los efectos del aislamiento, el clima extremo y la soledad. En comparación, Montevideo tiene una tasa notablemente más baja de suicidios, aunque Uruguay como país también ha visto un aumento en esta problemática en los últimos años, según la OMS.
Un futuro que desafía la lógica
La reubicación de Kiruna no es solo una decisión práctica; es un símbolo del dilema entre el desarrollo económico y la vida comunitaria. El hecho de que se decida trasladar también a los muertos muestra hasta qué punto el progreso puede arrasar con todo… o llevárselo consigo.